¿Cómo murió Hipatia?
- ¿Está demostrada la existencia de esta mujer?
- ¿Qué lleva su nombre? ¿Por qué?
miércoles, 17 de febrero de 2010
Preguntas para 4º A
Contesta, en los comentarios, las siguientes preguntas:
- ¿Cómo murió Hipatia?
- ¿Está demostrada la existencia de esta mujer?
- ¿Qué lleva su nombre? ¿Por qué?
- ¿Cómo murió Hipatia?
- ¿Está demostrada la existencia de esta mujer?
- ¿Qué lleva su nombre? ¿Por qué?
Mujeres Filósofas 4º A
Escribe en los comentarios los nombres de las filósofas que hayais encontrado, la escuela filosófica a la que pertenecían y cuándo vivieron.
lunes, 15 de febrero de 2010
Actividad 2 para Camios sociales: Noticia del El País
Lee la siguiente noticia aparecida hoy en El país:
La mayoría de las mujeres con creencias religiosas usa anticonceptivos
Las mujeres no creyentes, de nacionalidad española o con un alto nivel educativo utilizan más los anticonceptivos que las mujeres creyentes, inmigrantes o con un bajo nivel educativo. Son las conclusiones de un estudio realizado por investigadores de la Agencia de Salud Pública de Barcelona. El trabajo, elaborado a partir de la Encuesta de Fecundidad del CIS, en 2006, se presentó en el último congreso de la Sociedad Española de Salud Pública (Sespas) y es el primero en España que investiga a fondo estas diferencias. Un 60% de las mujeres con creencias religiosas -todas en edad fértil, entre los 15 y los 49 años- utilizó algún tipo de anticonceptivo (el método más frecuente en las primeras relaciones es el preservativo), frente a un 74% de las no creyentes. "Es la primera vez que se hace esta pregunta en una investigación", explica Dolores Ruiz, una de las autoras.Isabel Serrano, ginecóloga y presidenta de la Federación Estatal de Planificación Familiar, duda de que las mujeres católicas sigan al pie de la letra los preceptos de la Iglesia, que condenan el uso de preservativos y otros métodos de anticoncepción no natural. "Por un lado van las ideas religiosas y por otro va la práctica. Siempre ha existido una minoría muy militante que no utiliza preservativos, sino otros métodos como el del ritmo, pero son pocos", opina. Sin embargo, Serrano sí cree que la religión influye en el comportamiento de las mujeres inmigrantes, sobre todo en el caso de las que proceden de países islámicos. "Tienen más reticencias", resume.
Algo que dejan patente los datos, sean las mujeres católicas, musulmanas o sin creencias religiosas, es que el nivel educativo es fundamental en la planificación familiar y la salud sexual y reproductiva. A más años de educación, mayor frecuencia de uso de anticonceptivos. Sólo el 66% de las mujeres que no han acabado la educación primaria se protege con anticonceptivos. Son un 10% menos que las que han acabado la primaria. Y casi un 16% menos que las que concluyeron la secundaria. Gloria Pérez, también autora del estudio, explica que la importancia de la educación tiene que ver con una situación de vulnerabilidad. "Esas mujeres [de menor posición socioeconómica] tienen menos habilidades y recursos para negociar con su pareja".
Una cuestión cada vez más relevante en el caso de España es la situación de las inmigrantes. Son las más vulnerables porque, en muchos casos, acumulan varios factores de riesgo: tienen menos recursos económicos, menos nivel educativo, no conocen el sistema sanitario ni, muchas veces, el idioma.
-Qué piensas de los anticonceptivos? ¿Deben utilizarse? ¿Son contradictorios con la religión?
-¿Conoces a muchas personas que los usen?
-¿Qué tipos de anticonceptivos conoces?
Actividades de Cambios Sociales (3º B)
Busca información sobre Hipatia y escribe sobre ella en los comentarios.
Coeducación 3º B
La Coeducación, también conocida como educación mixta, es la educación integral de hombres y mujeres en la misma institución. La situación opuesta se conoce como educación diferenciada. La mayoría de las instituciones de educación superior limitó su inscripción a un solo sexo hasta comienzos de 1960. Era una de las características en escuelas residenciales católicas, cuyas políticas han cambiado desde entonces para convertirse en mixtas.
Comenta lo que dice esta mujer en esta viñeta
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domingo, 7 de febrero de 2010
CUENTOS PARA 3ºB (CAMBIOS SOCIALES)
LUISA QUIERE SER ASTRONAUTA
Luisa era una niña de cuatro años que no se parecía a las otras niñas, entre otras cosas por su afición de jugar a los astronautas. Ella siempre quería ser eso desde que vio a Neil Amgstrong pisar la Luna. Luisa era una niña muy criticada por sus compañeros debido a que le gustaban más las naves espaciales que las muñecas. Su afición por la astronáutica era tan grande tan grande que un día llegó a subirse a lo más alto de los columpios del parque para poder tocar el cielo, las estrellas, los cometas.
Al pasar el tiempo, Luisa se hacía mayor y veía cómo sus amigos dejaban las muñecas, los juegos, ... para inclinarse más por otras diversiones como el deporte, salir con los amigos, ir de paseo, ... pero a ella eso poco le importaba porque lo que realmente le gustaba era ser astronauta.
Cuando llegó al instituto, todos sus alumnos se burlaban de ella, todos menos sus amigos, a pesar de encontrarla un poquitín rara. Siempre le hablaban de que esa profesión era de hombres, y que ella debería ser enfermera, azafata, o una de tantas cosas típicas de chicas. Luisa oía esta copla todo el día y de toda la gente, pero no se resignaba.
Al llegar a los 17 años, cansada de oír las risas de los compañeros ..., decidió irse a estudiar a C.I.E.E. (CENTRO DE INVESTIGACIÓN ESPACIAL ESPAÑOLA). Al llegar allí a pedir una solicitud para entrar en el centro, los recepcionistas se asombraron mucho al saber que era una muchacha. El director, que era muy "arcaico", se rió mucho y denegó la solicitud. Luisa, muy enojada, fue a pedir las explicaciones al propio director, acusándolo de machista. Ella argumentó que tenía un coeficiente intelectual más alto que muchos de los empleados del centro, pero no fue escuchada por el mero hecho de ser mujer. Nuestra protagonista recurrió a todos los recursos a su alcance, mas no pudo hacer nada por contrarrestar la injusticia. Agotada del machismo de este país, se marchó a estudiar a E.E. U.U. (el país de las oportunidades).
Pasaron varios años y Luisa seguía estudiando fuera; pasado un tiempo le dieron el doctorado en Astronáutica.
Al regresar a España todo el país se enorgulleció de ella. El centro que antes la había rechazado, ahora le pedía disculpas por la incompetencia mostrada y que volviera, pero ella no accedió porque ya tenía trabajo en una empresa alemana.
De ella ya nadie se reía, al contrario, la gente y sobre todo las mujeres, le daban gracias por haber derrotado, con victoria absoluta, el machismo de nuestra sociedad.
Os contaré la historia de Mario, un hombre "normal". Trabajaba como ejecutivo en una mediana empresa. Su mujer era Beatriz, un ama de casa que tiene dos hijos a su cargo.
Cáceres es la pequeña capital de provincia donde residen. El suyo no es un piso cualquiera, pues viven en una urbanización de lujo.
Mario necesitaba seleccionar trabajadores para su empresa. Por eso puso un anuncio en la prensa. Al día siguiente se presentaron más de cincuenta candidatos. Chicos y chicas llenos de nervios y dispuestos a la entrevista de selección de personal.
Mario pensó: "¿Cómo voy a admitir mujeres, con todos los problemas que dan? ¿No estarían mejor en su casa?"
Y Mario empezó a poner excusas a cada aspirante femenina para no admitirlas. Así fue como su empresa se llenó sólo de hombres.
Al llegar a casa, esa misma tarde, la mujer le preguntó por las entrevistas. Mario, ingenuamente, le contó a su esposa todo lo que había tramado para rechazar a las mujeres en su trabajo. Beatriz se quedó estupefacta. No podía creerlo. Creía que era una broma que su marido le gastaba. Cuando comprendió que era cierto, se enojó y se lo reprochó ásperamente. A raíz de esto, se desató una fuerte discusión entre la pareja.
Él mantuvo sus creencias de que las mujeres sólo valen para cocinar y criar hijos, y no para desempeñar puestos de responsabilidad. Las hembras son inconstantes y débiles de carácter, afirmaba.
Beatriz, más indignada que nunca, le mandó a dormir en el sofá. No le consideraba digno tenerle a su lado en la cama. Los niños no se percataron de lo que ocurría, porque actuaron discretamente.
Esta noche, Mario no pudo pegar ojo. Sus ideas machistas le amargaron el sueño y recapacitó sobre lo que le había dicho su mujer en la pelea. Sin embargo, sus ideas sobre la mujer no se tambalearon. Las tenía bien enraizadas desde hacía años. Cuando se paso el enfado, todo volvió a la normalidad.
Transcurridos algunos años, ocurrió algo que a Mario nunca se le había pasado por la cabeza. Su empresa entró en crisis y en pocos meses quebró. Mario quedó en la calle con una corta indemnización.
Comenzó a buscar un nuevo puesto de trabajo de forma desesperada. La edad ya no le ayudaba. Pasaban los meses y no encontraba nada, ni siquiera puestos de inferior categoría. En casa empezaba a notarse la falta del sueldo.
Beatriz - la que sólo servía, por ser mujer, para las tareas del hogar, empezó a buscar trabajo. No estaba fácil el asunto. Pero al cabo de unas semanas, la emplearon de secretaria. Ella era una esposa bien preparada, con sólidos estudios.
Mientras, Mario tenía que permanecer en casa y (quién se lo iba a decir a él!, haciendo las faenas domésticas. Mario, el autosuficiente, despectivo y triunfador, realizando los menesteres propios de lo que él guasonamente designaba como "sexo débil". Se había convertido Mario en ama de casa.
De este modo, comprendió el importante papel de las mujeres en la sociedad. También aprendió que la desigualdad existe y que las mujeres tienen las mismas aptitudes que los hombres para trabajar.
Al poco tiempo, Mario consiguió entrar de nuevo en su reflotada empresa, donde mantenía su prestigio. Gracias al trabajo de su esposa lograron salir de aquel mal trance y no perdieron su hermosa casa.
Ahora, Mario es un hombre feliz, integrado en una sociedad moderna y defensor resuelto de los derechos de las mujeres. (Ah! y comparte la mesa de reuniones con varias mujeres que han ocupado puestos altos en su misma empresa.
GUADALUPE FLORES HERNÁNDEZ
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Luisa era una niña de cuatro años que no se parecía a las otras niñas, entre otras cosas por su afición de jugar a los astronautas. Ella siempre quería ser eso desde que vio a Neil Amgstrong pisar la Luna. Luisa era una niña muy criticada por sus compañeros debido a que le gustaban más las naves espaciales que las muñecas. Su afición por la astronáutica era tan grande tan grande que un día llegó a subirse a lo más alto de los columpios del parque para poder tocar el cielo, las estrellas, los cometas.
Al pasar el tiempo, Luisa se hacía mayor y veía cómo sus amigos dejaban las muñecas, los juegos, ... para inclinarse más por otras diversiones como el deporte, salir con los amigos, ir de paseo, ... pero a ella eso poco le importaba porque lo que realmente le gustaba era ser astronauta.
Cuando llegó al instituto, todos sus alumnos se burlaban de ella, todos menos sus amigos, a pesar de encontrarla un poquitín rara. Siempre le hablaban de que esa profesión era de hombres, y que ella debería ser enfermera, azafata, o una de tantas cosas típicas de chicas. Luisa oía esta copla todo el día y de toda la gente, pero no se resignaba.
Al llegar a los 17 años, cansada de oír las risas de los compañeros ..., decidió irse a estudiar a C.I.E.E. (CENTRO DE INVESTIGACIÓN ESPACIAL ESPAÑOLA). Al llegar allí a pedir una solicitud para entrar en el centro, los recepcionistas se asombraron mucho al saber que era una muchacha. El director, que era muy "arcaico", se rió mucho y denegó la solicitud. Luisa, muy enojada, fue a pedir las explicaciones al propio director, acusándolo de machista. Ella argumentó que tenía un coeficiente intelectual más alto que muchos de los empleados del centro, pero no fue escuchada por el mero hecho de ser mujer. Nuestra protagonista recurrió a todos los recursos a su alcance, mas no pudo hacer nada por contrarrestar la injusticia. Agotada del machismo de este país, se marchó a estudiar a E.E. U.U. (el país de las oportunidades).
Pasaron varios años y Luisa seguía estudiando fuera; pasado un tiempo le dieron el doctorado en Astronáutica.
Al regresar a España todo el país se enorgulleció de ella. El centro que antes la había rechazado, ahora le pedía disculpas por la incompetencia mostrada y que volviera, pero ella no accedió porque ya tenía trabajo en una empresa alemana.
De ella ya nadie se reía, al contrario, la gente y sobre todo las mujeres, le daban gracias por haber derrotado, con victoria absoluta, el machismo de nuestra sociedad.
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MARIO, UN MACHISTA ARREPENTIDO
Os contaré la historia de Mario, un hombre "normal". Trabajaba como ejecutivo en una mediana empresa. Su mujer era Beatriz, un ama de casa que tiene dos hijos a su cargo.
Cáceres es la pequeña capital de provincia donde residen. El suyo no es un piso cualquiera, pues viven en una urbanización de lujo.
Mario necesitaba seleccionar trabajadores para su empresa. Por eso puso un anuncio en la prensa. Al día siguiente se presentaron más de cincuenta candidatos. Chicos y chicas llenos de nervios y dispuestos a la entrevista de selección de personal.
Mario pensó: "¿Cómo voy a admitir mujeres, con todos los problemas que dan? ¿No estarían mejor en su casa?"
Y Mario empezó a poner excusas a cada aspirante femenina para no admitirlas. Así fue como su empresa se llenó sólo de hombres.
Al llegar a casa, esa misma tarde, la mujer le preguntó por las entrevistas. Mario, ingenuamente, le contó a su esposa todo lo que había tramado para rechazar a las mujeres en su trabajo. Beatriz se quedó estupefacta. No podía creerlo. Creía que era una broma que su marido le gastaba. Cuando comprendió que era cierto, se enojó y se lo reprochó ásperamente. A raíz de esto, se desató una fuerte discusión entre la pareja.
Él mantuvo sus creencias de que las mujeres sólo valen para cocinar y criar hijos, y no para desempeñar puestos de responsabilidad. Las hembras son inconstantes y débiles de carácter, afirmaba.
Beatriz, más indignada que nunca, le mandó a dormir en el sofá. No le consideraba digno tenerle a su lado en la cama. Los niños no se percataron de lo que ocurría, porque actuaron discretamente.
Esta noche, Mario no pudo pegar ojo. Sus ideas machistas le amargaron el sueño y recapacitó sobre lo que le había dicho su mujer en la pelea. Sin embargo, sus ideas sobre la mujer no se tambalearon. Las tenía bien enraizadas desde hacía años. Cuando se paso el enfado, todo volvió a la normalidad.
Transcurridos algunos años, ocurrió algo que a Mario nunca se le había pasado por la cabeza. Su empresa entró en crisis y en pocos meses quebró. Mario quedó en la calle con una corta indemnización.
Comenzó a buscar un nuevo puesto de trabajo de forma desesperada. La edad ya no le ayudaba. Pasaban los meses y no encontraba nada, ni siquiera puestos de inferior categoría. En casa empezaba a notarse la falta del sueldo.
Beatriz - la que sólo servía, por ser mujer, para las tareas del hogar, empezó a buscar trabajo. No estaba fácil el asunto. Pero al cabo de unas semanas, la emplearon de secretaria. Ella era una esposa bien preparada, con sólidos estudios.
Mientras, Mario tenía que permanecer en casa y (quién se lo iba a decir a él!, haciendo las faenas domésticas. Mario, el autosuficiente, despectivo y triunfador, realizando los menesteres propios de lo que él guasonamente designaba como "sexo débil". Se había convertido Mario en ama de casa.
De este modo, comprendió el importante papel de las mujeres en la sociedad. También aprendió que la desigualdad existe y que las mujeres tienen las mismas aptitudes que los hombres para trabajar.
Al poco tiempo, Mario consiguió entrar de nuevo en su reflotada empresa, donde mantenía su prestigio. Gracias al trabajo de su esposa lograron salir de aquel mal trance y no perdieron su hermosa casa.
Ahora, Mario es un hombre feliz, integrado en una sociedad moderna y defensor resuelto de los derechos de las mujeres. (Ah! y comparte la mesa de reuniones con varias mujeres que han ocupado puestos altos en su misma empresa.
GUADALUPE FLORES HERNÁNDEZ
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