viernes, 13 de febrero de 2015

Los girasoles ciegos

El texto está dividido en cuatro historias diferentes en un mismo contexto, pero minuciosamente relacionadas entre sí. La primera es la historia del Capitán Carlos Alegría, oficial del ejército de Franco, que tras años de dedicación y servicio, decide renunciar a la guerra porque ha sido una guerra ganada a base de violencia y muerte. Transcurrida su renuncia es apresado y condenado por traición. Pasa los días en la cárcel hasta que lo llevan a fusilar, pero la bala que se le quedó postrada en el cráneo no consiguió acabar con su vida, lo dejó inconsciente y fue enterrado vivo en una fosa junto a sus compañeros. Alegría consigue salir de la fosa y, moribundo, emprende camino hasta llegar a un pueblo donde pasa varios días, aunque, creyendo que va a morir, emprende el camino hacia su pueblo para hacerlo allí, pero decide entregarse porque le invade un gran sentimiento de culpa por haber formado parte de tanta tragedia. De nuevo en la cárcel provoca a los carceleros para que lo maten.


La segunda historia es la de un poeta adolescente que emprende viaje hacia Francia desde Asturias huyendo del nuevo sistema que ha sido impuesto. Huye junto a su novia embaraza de ocho meses. En la huída Elena se pone de parto y muere al dar a luz. De modo que padre e hijo se quedan solos y el joven decide que no puede seguir el viaje sin Elena, pasa varios días sin apenas mirar al niño debido a la frustración de haberse quedado solo, pero poco a poco vemos cómo estos sentimientos cambian sin olvidar el profundo pesar por la muerte de su novia de la cual se siente culpable. De modo que se refugia con su hijo y unas vacas que les sirven de alimento en una cabaña, pero con la llegada del invierno la muerte de los tres se hace inminente, siendo él consciente de ello y vemos cómo va enloqueciendo.

El tercer relato nos cuenta la historia de un presidiario, Juan Serna, funcionario de prisiones de la orden republicana, quien es apresado y mantenido con vida debido a que posee información sobre el hijo del presidente del tribunal. Juan alarga su vida mintiendo sobre él y dándole a entender a sus padres que era un héroe, cuando la verdad era lo contrario. Pero a medida que pasan los días se da cuenta de que no puede seguir con la farsa, que la muerte va a llegar en cualquier momento, que se encuentra en unas condiciones humanas deplorables, y para remediar esta agonía confiesa toda la verdad sobre su hijo, que él mismo ordenó que lo fusilarán. Y poco días después es fusilado. Juan es testigo de la muerte de Carlos Alegría, ya que ambos eran reclusos del mismo centro penitenciario.

La última historia trata sobre la vida cotidiana en el nuevo régimen franquista. Es la historia de Ricardo, un republicano escondido en su propia casa y protegido por su mujer Elena y su hijo, quienes elaboran un sistema para que Ricardo no pueda ser ni visto ni oído por nadie. A la vez, el maestro del niño, un diácono, se obsesiona con Elena de tal manera que irrumpe en su casa para acosarla, obligando a Ricardo a salir de su escondrijo para ayudarla. Se descubre la mentira y Ricardo que se fue apagando con el paso de los días se suicida lanzándose al vacío. Este matrimonio no solo tenía este hijo, su hija mayor era Elena la niña embarazada del relato dos.

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